Nota publicada en la Revista Petroquímica

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    Se trata de la Cámara de Empresas Petro-Energéticas de la República Argentina

    Los emprendimientos laborales nacidos en 1991 se nuclean en una cámara nacional

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    La entidad apunta a colaborar activamente con el sostenimiento de las fuentes de empleo dentro del segmento y a mejorar la competitividad de las firmas asociadas en su actividad dentro de YPF.

    Edición impresa Nº 323 | Septiembre 2016

    El año pasado se conformó la Cámara de Empresas Petro-Energéticas de la República Argentina (CEPERA), entidad que tiene como fin nuclear y acompañar a las firmas asociadas en su actividad dentro de YPF, además de impulsar su competitividad en el mercado.

    A decir de Rubén Camilletti, presidente de la organización, la CEPERA se encuentra compuesta por emprendimientos laborales nacidos a partir de la privatización de YPF. “En 1991 se privatizó la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales y se conformó YPF SA, reestructuración que generó el despido de una gran cantidad de empleados de mantenimiento de diversos rubros en todo el país, ya que la empresa había decidido tercerizar dichos trabajos por fuera de su administración. La medida generó que la firma perdiera personal capacitado y provocó una grave situación de desocupación en diferentes zonas de la Argentina”, recordó el directivo.
    Para hacer frente a ambos problemas, señaló, se estableció un acuerdo suscripto entre el Ministerio de Trabajo, YPF SA y el Sindicato Unidos Petroleros del Estado (SUPE). “Éste determinó que los trabajadores despedidos del área de mantenimiento se agruparan por especialidad para conformar emprendimientos laborales con la forma jurídica de cooperativas, sociedades de responsabilidad limitada y sociedades anónimas. A estas organizaciones, YPF concedería contratos de dos años de duración con opción a su renovación por un año más”, explicó.
    De esta manera, detalló, desde fines de 1991 y durante los primeros meses de 1992 se crearon más de 200 emprendimientos laborales en todo el país. “Luego de 25 años, muchos de ellos han desa-parecido por no haberse podido sostener ante las reglas del mercado y las crisis nacionales atravesadas. Pero otros siguen de pie, manteniendo todavía esos primeros contratos, generando puestos laborales y aportando a la productividad de la Argentina. Son justamente estas empresas las que CEPERA agrupa, representa y acompaña”, destaca.

    ¿Cómo está funcionando la Cámara actualmente?, preguntamos a Camilletti.

    Desde abril de este año, la CEPERA se encuentra funcionando en sus oficinas. Para hablar sobre las actividades que viene llevando a cabo, podríamos diferenciar dos áreas de influencia.
    Por un lado, la Cámara se propone como objetivo acompañar a las firmas asociadas en su actividad dentro de YPF. Para ello se está trabajando en la negociación de un convenio colectivo de trabajo único que nuclee a todas las empresas socias, con el propósito de unificar el aspecto salarial y facilitar el trabajo a todas las partes involucradas (a las firmas proveedoras, a YPF y a la Federación de Sindicato Unido Petroleros e Hidrocarburiferos –SUPeH–).
    Además, con respecto a este rol de representatividad que asume la Cámara, se vienen desarrollando varias reuniones con autoridades de YPF, en las que se representa a las compañías socias en distintos aspectos laborales.
    Otro de los fines de la CEPERA es aportar al desarrollo de las empresas en el mercado. Para ello venimos prestando diferentes servicios a nuestros asociados, tales como la disposición del uso gratuito de oficinas en el centro de la Ciudad de Buenos Aires para las compañías que lo requieran (sobre todo aquellas que residen en el interior del país y realizan viajes a Capital Federal), la aplicación de un programa de capacitación corporativo destinado al nivel directivo y gerencial de las compañías (en aras de impulsar el desarrollo profesional individual y la optimización de diversas áreas laborales de las entidades), y la generación de un Departamento de Asistencia Profesional destinado a la optimización de la gestión empresarial a nivel interno y externo.
    De este modo, la CEPERA pone a disposición de sus asociados profesionales dedicados a recibir consultas y brindar asesoramiento en diversas áreas laborales, tales como la comercialización, el marketing, la comunicación corporativa, la gestión interna y la administración de empresas, entre otras.

    ¿Cuáles son las metas a alcanzar en el corto y mediano plazo?

    Apuntamos a representar a nuestros miembros en la gestión de un convenio de trabajo general que nuclee a todas las firmas asociadas, con el fin de unificar el aspecto salarial y facilitar el trabajo a todas las partes involucradas en las tareas referidas al área de relaciones laborales. Dicha acción no sólo beneficiará a nuestras compañías representadas, sino también a YPF y al SUPeH.
    Adicionalmente, queremos acompañar a nuestros socios en la continuidad de los contratos firmados con YPF en el marco de la privatización de dicha compañía, y bajo la Ley de Reforma del Estado 23.696/89.
    También buscamos ser un canal de comunicación unificado entre YPF y los emprendimientos laborales, facilitándole la tarea a la empresa contratista cada vez que desee transmitir alguna novedad o información relevante sobre las diferentes temáticas.
    Otro objetivo pasa por generar un grupo de pertenencia dentro del sector, en el que las empresas trabajen de manera coordinada para mejorar su performance y ser más competitivas en el mercado.
    Por otro lado, nos interesa aportar a la optimización de la gestión de nuestras firmas asociadas por medio de la prestación de diferentes servicios, como son las capacitaciones y el asesoramiento profesional.
    Además, nos comprometemos a generar puntos de encuentro, debate y orientación sobre problemáticas comunes de la industria; a promover la cooperación y solidaridad entre las compañías socias; y a transmitir el uso responsable del petróleo y la energía en todas sus formas, asumiendo así un rol social y de Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

    ¿Cómo vislumbran el actual contexto sectorial a nivel nacional?

    El año 2015 y lo transcurrido de 2016 no ha sido un período positivo para nuestro rubro. La baja del precio del petróleo redujo mucho la cantidad de pozos trabajados y las obras en el área de yacimientos, tanto en materia de ductos como de obras complementarias a las labores de pozos. Durante este lapso, las operadoras prefirieron enfocarse en mantener lo que tenían y no en realizar nuevas inversiones.
    En las zonas geográficas que son puramente petroleras, como el caso de Comodoro Rivadavia, se notó muchísimo la caída del trabajo. En aquellos lugares donde también se desarrolla el gas, como en Neuquén, la situación fue más leve.
    El área de petroquímica y refinería trató de reducir sus costos, por lo que el precio jugó un rol importante al momento de las cotizaciones. Pero en este ámbito el trabajo se mantuvo más estable, ya que las plantas industriales deben seguir trabajando y el mantenimiento no puede eliminarse. Si bien debieron ajustar sus costos y esforzarse en ser más eficientes, los proveedores de este segmento no sufrieron tanto la baja laboral.
    Para 2017 se espera que la industria repunte. En estos momentos, de hecho, vemos una reactivación. Esto se nota en el recibimiento de licitaciones nuevas y en los pedidos de actualización de cotizaciones que habían sido entregadas antes de quedar paralizadas.